Conociendo la zona

A pesar de las travesuras que solía hacer, aquella mañana estaba bastante desganado. Su llegada al instituto no había sido todo lo buena que hubiera querido y había empezado a tener algún que otro roce con ciertos profesores. En cierto modo, nole preocupaba, pero necesitaba un respiro

Salió del edidicio y caminó sin rumbo por los extensos jardines del instituto. Era demasiado pronto para que hubiera vida por ahí y sin lugar a dudas eso fue lo que le hizo decantarse por ese lugar. Al llegar a un punto lejano, sacó la armónica que solía llevar en el bolsillo y comenzó a tocar

Era una melodía seria, algo melancólica y lenta, totalmente diferente de cómo solía ser él normalmente, pero en aquel momento, la tranquilidad era lo que le pedía el cuerpo.

Era bastante temprano como para que el colegio estuviera rebosante de vida. Akai se deslizó en silencio por los pasillos de la escuela hasta los jardines y comenzó a recorrerlos sin saber muy bien a donde iba.

Caminó durante unos minutos mientras tarareaba una canción cuya letra no recordaba demasiado bien hasta que una melodía llamó su atención. En silencio se dirigió hacia el lugar del que provenía mientras intentaba identificar el instrumento que la tocaba.
Al llegar al lugar se quedó de pie, a una distancia aceptable, mirando a Colonello con curiosidad.

-Tocas muy bien...- susurró.

Seguía en su mundo de ilusiones, imaginación y colores. Sí, esas eran las cosas que surgían en su mente cuando se enfrascaba en la música. Formas abstractas que danzaban, tomando lentamente un fluir de ilusiones y sentimientos. Sin embargo, y l haber bajado tanto la guardia, al escuchar una voz a su espalda dio un salto, haciendo que una nota desafinara.

Se giró entonces y miró a la persona que tenía en frente tratando de calmarse a la vez que se recomponía

-¿Hace cuanto que estás ahí... ? - murmuró con cierto tono que pretendía sonar serio, aunque tenía un resquicio avergonzado

Se sonrojó un poco al notar que acababa de descubrirse. Siempre le pasaba lo mismo cuando escuchaba a alguien tocar música, no importaba la melodía que fuera ni con que instrumento estuvieran tocando o que canción estuvieran entonando, le bastaba escuchar una nota para embobarse totalmente y esa vez ni siquiera se había dado cuenta de que había hablado en voz alta. Pero lo hecho hecho estaba...

-Acabo de llegar...-susurró.- L-lo siento, es que...te escuché tocar y eso...

Miró al chaval de arriba a abajo y suspiró rascándose la sien a la vez que escuchaba sus palabras. Parecía el típico chico tranquilo e incluso se atrevió a pensar que sería de los listos de su clase.

Se levantó sacudiéndose el pantalón y le analizó más de cerca, agachándose un poco con las manos en la cintura, mirándole con los ojos entrecerrados antes de encogerse de hombros

-Bueh... No esperes escuchar otro concierto así - dijo sacando un poco la lengua con una media sonrisa

Se tiró entonces de nuevo en el césped y volvió a ponerse a tocar, esta vez un tema mucho más fuerte que acompañó con algunos ruidos que hacía con una mano

Cuando el chico empezó a tocar se sentó a una distancia considerable y se quedó en silencio escuchandole mientras le analizaba con la mirada. Parecía mayor que él y por el color de sus ojos y de su cabello habría jurado que no era de la región.
Permaneció en silencio un rato mientras el chico tocaba sin atreverse a interrumpirle tanto por el hecho de que no le apetecía meterse en problemas con un chico que le sacaba casi dos palmos como por el hecho de que estaba disfrutando plenamente de la música de la armónica. Sin embargo su curiosidad pudo más que él.

-Ah...oye...¿cómo te llamas?-preguntó con cierto reparo.

Trató de volver a concentrarse en aquel ebullir de emociones, sin embargo, acompañado le era imposible. No se le daba bien mostrar sentimientos y muchos menos ante alquien a quien siquiera conocía.

Sin embargo, él no pareció ser el único curioso, ya que el pequeño acabó por preguntar su nombre interrumpiendo la melodía esta vez de forma mucho más suave que la anterior

Le miró y sonrió apoyando las manos atrás, sosteniendo su cuerpo con ellas

-Colonello... ¿ Y tú ? - preguntó carente de toda verguenza

Se estiró y terminó por guardar la armónica en su bolsillo mirando de nuevo al chico sonriente

Miró con cierta lástima como el chico guardaba la armónica en su bolsillo y se maldijo por haberle interrumpido, realmente le habría gustado seguir escuchandole tocar un rato mas.

-Akai...- murmurró.- -Siento haberte interrumpido...otra vez...

Se levantó y se acercó un poco más a Colonello ya que tenía la mala costumbre de hablar casi en susurros y solo se había mantenido lejos de él para no desconcentrarle mientras tocaba algo que estaba claro que no había conseguido.

-¿A que curso vas?...

Sonrió ante la respuesta, repitiendo su nombre en su mente para recordarlo con mayor facilidad y ante su disculpa se encogió de hombros

-Es igual, tampoco estaba tocando nada. Sólo improvisaba

Al ver que se acercaba sonrió un poco, mirándole de nuevo con curiosidad mientras trataba de adivinar la respuesta de Akai a la pregunta que había hecho

-Voy a 2º... ¿ Y tú ?

Suspiró ante la respuesta del rubio y se llevó una mano a la nuca toqueteandose el pelo. No es que pareciera mayor que él, es que era bastante mayor que él.

-Yo...a cuarto- dijo al fin algo cortado.

Al no estar muy seguro de por donde seguir la conversación ya que estaba algo cortado por el hecho de estar ante un alumno bastante mas mayor que él metió la mano en el bolsillo y sacó una piruleta que le ofreció con una sonrisa.

La reacción del pequeño le hizo reír, aunque en cierto modo le parecía bastante más pequeño que él, apenas eran dos años. Bueno, la edad no era algo que le importara demasiado, después de todo tuvo bajo su mando a gente mayor que él y también a gente mucho más pequeña por encima. Las jerarquías eran complicadas.

Vió entonces la piruleta y sin pensarlo dos vecs la aceptó, metiéndosela en la boca casi al instante

-Gracias ... - se quedó pensativo un instante, y finalmente siguió hablando - Pensé que sería más pequeño - dijo con cierto tono burlón

Miró con curiosidad al chico sin estar muy seguro de porque se reía tan alegremente y sonrió al ver como aceptaba con rapidez el dulce. Sacó otro y se lo metió en la boca mientras fruncia el ceño ante las palabras del rubio.

-¿Yo?- se señaló con el dedo indice de su mano derecha- ¿Pa...Parezco más pequeño?

Era verdad que aun tenía los rasgos bastante aniñados y que no era demasiado alto pero que le dijeran que parecía menor de lo que era le parecía excesivo teniendo en cuenta su edad.

Se encogió de hombros, cogiendo la piruleta con una mano para poder hablar analizándole de nuevo con la mirada

-A mí me lo pareces. Aunque claro... Quizás es que aquí os desarrolláis más tarde...

Se quedó en pose pensativa con la piruleta apoyada en los labios durante unos segundos, mirando al chico con curiosidad pero sin mucha intensidad

-De igual modo... ¿Qué importa? - sonrió y se volvió a meter en la boca el caramelo, disfrutando del sabor dulce

No era demasiado goloso, pero habían momentos en los que comería cualquier cosa

Sacó el caramelo de su boca y miró hacia arriba pensando en lo que acababa de decir el chico. No le parecía demasiado real eso de que allí se desarrollasen más tarde.

“-Espera…¿aquí?”- pensó mirándole de reojo antes de volver a clavar la vista en él.- ¿Dijiste “aquí” y “desarrollaros”? –ladeó la cabeza.- ¿No eres de aquí?

Justo después de formular la pregunta se sintió un poco idiota, ¿acaso no había sido esa una de las cosas que había pensado? Suspiró para sus adentros...quizás se había levantado demasiado temprano, no paraba de preguntar estupideces.

Siguió atento a sus pensamientos hasta que volvió a escucharle hablar, a lo que respondió ladeando la cabeza mientras asentía debilmente bastante intrigado, ya que no sabía qué era lo que no entendía

Tras su segunda pregunta volvió a sacarse el caramelo de la boca y contestó relamiéndose un poco

-Alemania - Se señala el pelo y los ojos - ¿No te parezco un poco prototípico?

Rió entonces y volvió a meterse el caramelo en la boca, comenzando a mover el pie al son de un compás que tenía en mente

Sonrió ante las palabras del chico y asientió dandole la razón.

-Sí, en realidad sí pero que yo sepa los alemanes no sois los únicos rubios de ojos azules de todo el globo.- sonrió inocente- ¿No puede ser que hubieras nacido aquí aunque tus padres fueran alemanes? Si fuese así serias de aqui.

Apenas terminó de hablar desvió la mirada hacia el cesped pensando que había dicho demasiado y con demasiado descaro temiendo la reacción del chico debido a la visión que tenía sobre los germánicos.

Se quedó pensativo un rato y finalmente asintió. La verdad es que todo ese tipo de cosas solían escapársele de las manos y por tanto, su mente siquiera trataba de comprenderlas.

-Jeh, tienes razón - admitió

Se tiró entonces en el césped y colocó ambas manos en su nuca, mirando al cielo que aclaraba por momentos mostrando una tonalidad azul clara

-De igual modo, mis padres siguen en Alemania y aunque me expulsaran, dudo mucho que volviera con ellos

Se frotó un dedo bajo la nariz y rió por lo bajo recomponiéndose luego ligeramente

-¿Qué hay de tí? ¿Eres de aquí?

Miró hacia el cielo un instante meditando sobre lo que el chico acababa de decir. Parecía un poco resentido con sus padres... Cuando le tocó el turno de preguntar al chico, él le miró en silencio y asintió mientras se abraza las rodillas y apoyaba la cabeza en ellas.

-Sí. Bueno...antes no vivía en esta ciudad pero tuve que venir con mi padre y eso...-miró al chico con curiosidad.- Alemania es bonita ¿verdad?

Asintió tratando de entender ese " tuve qué". Mas lejos de tratar de especular cosas, simplemente dejó el tema aparte, centrándose en la pregunta del menor

-Jeh... Sólo las zonas en las que no hay gente

Rodó por el suelo y se acercó más al chico quedando a su lado para poder gesticular con mayor facilidad

-Yo vivía en el norte... Era una zona llena de vegetación y tal... Pero cuando bajaba a la ciudad todo se volvía gris... La gente es muy fría y todas esas cosas

Al ver rodar al chico por el cesped sonrió divertido y le escuchó con interes mientras hablaba e intentaba tomar nota de todo. De sus palabras pudo intuir que o no le gustaba la gente o no le gustaban las ciudades.

-Las ciudades siempre son grises y la gente que vive allí siempre va acelerada y estresada-susurró.

Durante unos segundos miró al chico de arriba a abajo frunciendo el ceño.

-Siempre he escuchado que los alemanes son serios, bordes y que se molestan por todo- susurró.- Pareces salirte de los cánones

Rió ante su respuesta y se quedó pensativo. Extrañamente aún tenía un recuerdo en una ciudad, llena de gente alegre, que se saludaban por las calles bañadas por el claro del día.

-Quien sabe... Quizás no todas sean así - murmuró más para sí que para Akai

Entonces escuchó su siguiente pregunta echándose a reír de forma exagerada

-A decir verdad, la mayoría lo son. Es más yo lo fui durante un tiempo, pero yo paso de todo... Si la gente es agradable yo soy agradable

Se quedó mirando un momento al chico sin decir nada, pensado en sus palabras. Luego alzó la vista y mordió la piruleta. La verdad es que le parecían bastante aceptables las palabras del alemán.

-Esta bien...-sonrió levemente, pensativo- Si todo el mundo hiciera eso seguramente la sociedad sería mas amable

Miró al chico girando un poquito la cabeza y sonriendo.

-¿No crees?

Escuchó sus palabras y asintió. En cierto modo estaba de acuerdo, pero para él era algo más complicado, seguramente porque había lidiado con lo peor de la sociedad

-Supongo, aunque no todo va a cambiar así de fácil

Se estiró y se dejó caer hacia atrás, mordiendo la piruleta del mismo modo que el otro

-La sociedad tiene que cambiar del todo... - murmuró con un tono más oscuro

Miró al chico con ojos sorprendidos y apoyó las manos en el cesped, echandose hacia atras sin llegar a tumbarse. Había algo en sus palabras que le daba mal rollo pero no estaba muy seguro de si debía preguntar. Finalmente se levantó y se puso de rodillas a su lado mirandole preocupado.

-Eso no sonó bien.-susurró.-¿Te encuentras bien?

Había bajado la vista, quedándose pensativo por un instante. Recordando cómo era su vida antes de haber salido por el país. Por una parte lo echaba de menos, más por otra... Le gustaba la tranquilidad de aquella zona

Entonces, el chico preguntó sobre su salud, haciendo que volviera a la realidad e nuevo

-¿Eh? Aaah... sí claro estoy bien...

Se calló un instante y abrazó sus rodillas sonriente

-Cuando hablo de política me pongo así