Dando un voltio

por **Colonello** Vie 16 Dic 2011 - 19:29

Llevaba ya varios días que no conseguía despejarse. Toda su vida se había vuelto loca o ¿es que eran así las vidas de todos los estudiantes? Últimamente sólo tenía tiempo para dormir y hacer los miles de trabajos y deberes que le marcaban, y que además muchas veces sólo le mandaban a él. ¿Por qué tenía que aguantar que los profesores a los que toreaba el año pasado le torturaran ahora?

Salió de la última clase abatido y se acercó al aula de música en busca de algo de tranquilidad. Era viernes y no iba a permitir que le fastidiaran el viernes. Se sentó en el piano y comenzó a tocar de forma calmada, una canción melancólica pero relajante, tranquila y sincera. Su expresión se relajó de sobremanera y sonrió de forma atontada mientras trataba de despejar hasta tu última célula

por **Leks** Sáb 24 Mar 2012 - 2:48

Últimamente los días de escuela se volvían cada vez más aburridos, no se sentía la misma emoción que cuando era uno de los chicos nuevos del instituto, a pesar que los profesores se ponían amargados con cualquier comentario que les daba -Tan aburrido...- Tanto era ese sentimiento que lo rodeaba, que ya ni siquiera los libros que siempre le producían placer eran los mismo.

Viernes, ya era libre todo un fin de semana para salir a entretenerse un rato, quizás iría por un sabroso helado de la ciudad. -Pero que...- Iba caminando por los pasillos hasta que escucho una sonata bastante curiosa, amarga, pero con tanto sentimiento que le llamo la atención -Del cuarto de música- Dijo para si mismo asomándose un poco por la puerta observando al culpable de tan bella melodía. Estaba tan atraído que se quedo en ese mismo lugar, escuchándole, sin interrupción.

por **Colonello** Dom 15 Jul 2012 - 22:26

Se había dejado embriagar por la emoción, por todo el estrés, furia y pasión que de deshacían por sus dedos como un cubito de hielo que se derretía bajo el sol. Y de pronto, sus manos dejaron de moverse rítmicamente para estamparse contra el teclado haciendo que tantas notas como abarcaban sus manos se estremeciesen y chirriaran como si ellas mismas se hubieses asustado. Sonrió y miró por encima de su hombro

Había notado la presencia de alguien, y por una vez no se equivocaba

-Está feo espiar - comentó con media sonrisilla

Apoyó una mano sobre la tapa de madera y se giró sobre sí mismo, mirando ésta vez hacia la puerta completamente

-Me suenas, ¿te he visto por los pasillos? ¿O acaso estamos en la misma clase?

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