Aquí llega Kuniko

Cuando bajé del taxi acompañada de la asistenta social me quede boquiabierta con las instalaciones. Era cierto que el Shurui estaba ubicado en una antigua mansión, sin embargo nunca pensé que sería tan impresionante.

Tras una breve charla con la asistena, la cual me recordó que era mi última oportunidad para redimirme de mis errores pasados, me cargué la bolsa de viaje al hombro y cruzó los enormes portones en dirección a lo que a partir de entonces iba a ser mi nuevo hogar.